La situación de los jóvenes, de las familias, de quienes llegan desde otros países al Uruguay y la fragmentación social que se vive en el marco de un nuevo período eleccionario, fueron algunos de los temas sobre los que habló el Obispo Diocesano Monseñor Carlos María Collazzi.
En primer término recordó que en abril se presentó una carta pastoral colectiva del Episcopado Uruguayo donde se mencionaba que se estaba viviendo una época de fragmentación y es en ese ámbito donde se deben tender los puentes de fraternidad, de diálogo, de proyectos compartidos, entendiendo que siempre debe ser en un clima de respeto y tolerancia.
“Esperamos un tiempo de diálogo, de fraternidad y de respeto cuando estamos expuestos todos a radicalizaciones, intolerancias o a querer imponer nuestras ideas, nuestra verdad. Auguramos que el 2019 sea un año donde construyamos un Uruguay más fraterno para el bien de todos”.
Sobre su visita pastoral que culminará con su llegada a Carmelo, Collazzi recordó que la tarea la inició en junio de 2017 deteniéndose con cada grupo y recién ha completado 11 parroquias de las 16 que conforman la Diócesis, que ayer justamente estuvo celebrando los 58 años de creación.
En el 2019 culminará esta propuesta llegando a Carmelo, Nueva Palmira, Juan Lacaze, Cardona y la Catedral de Mercedes. En cada encuentro -explicó- lo que veo es un gran deseo de diálogo, de ser escuchado y en muchas cosas la gente está sola o se vuelve sola por un individualismo existente y por eso es importante que lleguemos a cada rincón.
En otro orden, mencionó que “en el Plan Pastoral desde hace cinco años venimos insistiendo en el valor de la comunidad, de encontrarnos, de dialogar, se habla de una prioridad que es la familia, la desocupación y ahora se agrega la emigración porque está llegando mucha gente de otros países a vivir a esta zona. También nos preocupa todo lo referente a la juventud y a nivel diocesano estamos buscando encontrarnos más con ellos, darles espacio de diálogo y hacer hincapié en los valores porque creemos que hay una desvalorización de la vida y hasta circular a alta velocidad en una moto demuestra una actitud de ese tipo. Por eso creo que estamos frente a una gran crisis de valores, de humanidad, donde no se asumen las responsabilidades”.
Mencionó que no habrá cambios a nivel de sacerdotes en la diócesis, esperándose la llegada de una congregación religiosa que se hará cargo de la parroquia de Juan Lacaze.